-¡Ya huey, cámbiale! ¡Ya chole* con esa pinche telenovela!
-¡No mames huey! ¡No ves que Nancy Alejandra Esquivel está apunto de encontrarse con José Ángel Huesa!
-Huey... -insistía el narrador- en el canal 5 están pasando una nueva serie gabacha, en el promocional pude ver que este capítulo trataría acerca de que la chica mojigata de la serie se atrevía a comprar un dildo, y ¡pues la trama se centra en cómo lo aprende a usar!
-¡Cabrón no me distraigas! -Ruben abrazó el control remoto, no fuera a quitárselo el narrador- ¡Mira! ¡Ella, "sin saberlo", está trabajando en la misma oficina que él! ¡Ya no tardan en encontrarse! ¡En este capitulo seguro se encuentran!
-Ándale, me he resignado a tu telenovelera afición, pero en el comercial le cambias, nomás pa' ver si ya compró el dichoso artefacto la muy mojigata.
En la pantalla, una viuda, abuela del tal Huesa, es aconsejada por una tarotista acerca del peligroso porvenir de su familia en caso de que su encantador nieto José Ángel reencuentre el amor en los brazos de aquella pobretona. El amor lo hará descuidar los negocios, lo enceguecerá y lo volverá loco, despilfarrará la herencia familiar solo por estar con ella, todos ustedes perderán sus vidas burguesas y terminarán mendigando su suerte, siendo su único lecho la calle, mientras que su nieto, olvidándose de ustedes debido a su infame traición, recobrará vuelo gracias a ella, puntualizó la tarotista justo antes del corte comercial.
-¡Vaya que diálogo tan... tan... ni parece de telenovela!- quedó sorprendido el narrador, solamente por su desconocimiento de las gitanas de telenovelas. Porque no es lo mismo el mundo, así a secas sin maquillaje y todo lleno de granos y espinillas, que el inmaculado Mundo de las telenovelas lleno de brillantina y unicel, ¡eso sí es Mundo!
-¡No mames! -Ruben se retorcía de la risa en el sillón- ¡Compró un tamaño consolador de marca Séne-k! ¡Sé-ne-ka!
-Hubiera sido más gracioso que fuera el modelo Anneo -el narrador estaba como meditando otra cosa, y Ruben no entendió la broma- a ver, dijo que perderían todo si él reencontraba el amor, pero también dijo que de pasar eso él los olvidaría porque lo habrían traicionado, o sea, que ellos al intentar evitar su reenamoramiento lo traicionarán y propiciaran tal reenamoramiento. ¿No es acaso ésta la estructura básica de la tragedia?
-¡Ah, no mames! ¡La tienda se llama
Bigus Dickus!
-¡Ya cámbiale pinche Ruben! ¡Que quiero ver como estos pendejos intentan evitar lo inevitable!
-¡Pero pues si ya lo va a probar! ¡Mira que ya le está poniendo las pilas!- La chica con mucho cuidado abre el aparato que de pronto le perece muy grande, quizás debió comprar uno más "discreto", pero la verdad es que cuando hay hambre parece que ni el más tremendo platillo nos pudiera saciar, y así pedimos manjares al por mayor, para luego arrepentirnos en la furibunda hora de la indigestión. Veintiséis centímetro (más vale que sobre y no que falte), con vibración graduable, recubierto por un polímero flexible e hipoalergénico, además ¡gratis cuatro pilas recargables con todo y el recargador! ¡Una autentica ganga! Ya con las pilas adentro, cerró bien el compartimiento y el aparato procedió a vibrar al instante, ella dio un salto pa'tras y lo soltó, el culebrón este comenzó a desplazarse lentamente sobre la duela- ¡Ja ja ja ja ja ja ja ja!
-¡Que le cambies carajo! ¡Como si en tu vida no hubieras visto a una chica jugueteando con un vibrador, piche Ruben morboso! O qué, ¿estás tomando nota para tu propia iniciación?
Ruben se limitó a fruncir el ceño, apretujando aun más el control remoto, fijó su mirada, como un zombie, sin embargo su atención ya no estaba en las sandeces que la mojigata hacía con su nuevo aparatito. -¡Uoh! ¡Uoooh! ¡Oh, sí!
-¡Ultimadamente! ¿Qué carajos haces aquí viendo el televisor? Hace horas que me dijiste que le ibas a llamar, ¿no la has llamado, verdá? ¡Cobarde! ¡Puto telenovelero! ¡Ya levanta esas aguadas nalgas del sillón y resuelve tu vida! (¡o cuando menos destrózala bien, arrójate a las vías del metro, o qué sé yo!) ¿qué pasa contigo Ruben? ¿Quieres que hablemos acerca de la miseria en la que te dejó? ¡Ella no te dejó en la miseria! ¡Tú solito te sumiste ahí, y en la tristeza, y en la nostalgia y en la maldita añoranza! ¡De pequeño te encantaba rascar las costras, y no has cambiado! ¡Del pequeño rasguño que te provocó, a fuerza de estar rascando y echándole sal, te has provocado una inusitada llaga! ¡Y ahora mendigas caridad por lo que tu mismo te hiciste! ¡Te crees el "bueno" de ésta tu telenovela, el que fue humillado y maltratado, al que los dioses o el destino sin lugar a dudas le otorgaran justicia gratuita! Sabes qué: ¡Pito, reverendo Pito!
Ruben, invadido por una serie de contrariedades, se levantó arrojando rabiosamente el control remoto sobre el sillón...
¡Jódete!
Alcanzó a agregar el narrador, pobre Ruben, lo que le tengo que hacer pa'que me deje ver las telenovelas en paz, ahora sí, ¡vamos a ver lo que es capaz de hace José Ángel Huesa por la mamirriqui** de Nancy Alejandra Esquivel!
* [Sí, al igual que Sof, también uso este arcaico término]**[Mamirriqui, del sust. español Mamá, mamacita, mamita, mami y el adj. Rico, rica; contracción de Mamacita rica]