lunes, julio 16

Estimado Digler:


   ¿Qué si se lo he dicho a ella? ¡Vaya que si se lo he dicho! En muy diversas formas, oculto entre mil sofisterías y crudamente al desnudo, pero ¿de qué ha servido todo aquello? La verdad no lo sé, pero las cosas no cambian, tanta palabrería resulta estéril. Esta tierra que antes cultivamos juntos, ahora se resquebraja merced este agobiante eterno medio día, pues el sol se ha negado a desfallecer ante el inminente miedo de sucumbir a la noche y no surgir mañana, así también el labrador prefiere ver morir su cultivo lleno de memorias antes que gastar su sangre en ajenas aunque fecundas tierras.

   ¿Ella sabrá lo que siento por ella? Tampoco tengo respuesta a esto, nunca sabré si la alcanzan mis gritos, mis súplicas, mis lamentos... la lejanía todo lo mata, o lo minimiza, y ella está ya muy lejos, lo sé bien porque tampoco le escucho. Admitámoslo amigo mío, estamos corriendo tras fantasmas cobrizos, cazamos sombras, perseguimos la luz de estrellas extintas hace eones. Jamás enviarás esa carta, ya menos la mirarás a los ojos mientras le relatas tus andanzas en Babilón. Igualmente, no hay esperanza alguna de recibir un indicio, alguna reacción, algo de ella, nada, ni más ni menos, nada.

   Mas, ¡Qué importa! ¡Qué más da! ¿Acaso escribimos para recibir respuesta, para trastocar el mundo, para cambiar nuestra fortuna? No lo creo, así como tampoco escribimos para nosotros mismos, ni para esconder nuestras letras bajo el catre, ni para decir algo. Escribimos para nada, ni siquiera escribir por escribir, simplemente lo hacemos por nostalgia a la nada.

   Pero tanta gratuidad es solo defecto de Dios, en el fondo, lo sabemos bien amigo mío, deseamos ser leídos, con todo, hasta esto nos fue negado, ¡que desdicha es nuestra suerte!, pues decía otro de mis maestros, que los textos tienen su propia vida, su propio destino ajeno por completo al nuestro. Los lectores leen esto, lo que alguna vez pareció ser parte nuestra, pero que dejo de serlo al colocar el punto final.

   Ande, no me haga caso, vaya a verla si puede, tome su mano y estréchela fuerte, nárrele todo, desde el alfa hasta el omega, embébase en el elixir de su mirada, y piérdase entre sus labios. De ello nada deje escrito, pues lo perdería todo.

   Reciba un afectuoso saludo desde esta tierra de coyotes.

   Espero se halle lo mejor posible allá, en la ubicua Babilón.

   Cuídese mucho.

Atte: Añejo Armatoste Flotante
(antes NaHaN)            


4 Comentarios:

  • A la/s 4:09 p.m., julio 17, 2007, Blogger Rolando Escaró dijo...

    una vez me dijeron que los oidos que no nos escuchan, no merecen el sonido de nuestra voz, ni de nuestros pensamientos. Sin duda son palabras que cortan de tajo cualquier pasión silente o lejana, pero debo admitir que en algún momento puse en práctica esas palabras, y pues aquí ando, vivo aún.

    Siempre pensé que escribir era un arma muy peligrosa, no todo el mundo se siente libre o capáz de hacerlo, pero es peligrosa porque una vez que comienzas a escribir, pues ya no hay forma de detenerte y la sensación de encontrarte con una hoja en blanco es terriblemente angustiante.

    Tienes razón, aquellas cartas nunca llegarán a su destino, mis pasos en babilón se perderán en sus calles de mil idiomas y yo pasaré a ser un recuerdo efímero de este inmenso desierto llamado internet. Pero las vivencias perduran, y así como hay historias dignas de ser escritas y leídas, hay historias que nacen para ser contadas, y eso es precisamente lo que pienso hacer, contar mi historia a esa persona por ahora distante.

    Tú tiene suna historia que es inigualable, tu historia, que tal vez no está escrita, pero merece ser escuchada por alguien distante. Guarda en el corazón sólo lo que amas, desecha lo demás. Recuerda los oidos que no escuchan, pues el tiempo que tenemos es muy breve.


    * gracias por responder a mi comentario con un post tan sincero

     
  • A la/s 11:54 a.m., julio 19, 2007, Blogger Ed dijo...

    como ya regresaron? o q pex?

    hay esto me pone nervioso espero no termine en bodorrio...

     
  • A la/s 3:48 p.m., julio 22, 2007, Blogger Violette dijo...

    me pregunto lo mismo que Edgar

     
  • A la/s 12:15 p.m., julio 24, 2007, Blogger Cinder dijo...

    pensamientos flotando en el viento y el sabor de cosas q no se dijeron, sabes aunque duelan las respuestas, o aunque peor... no existan respuestas, debes decir eso q te guardas, no es bueno llenarte el alma con frío, ella puede quedarse en completo silencio, o girar sobre sus pasos y no volver a mirarte, pero al menos lo habrás dicho, es mi opinión cuidate mucho NaHan, desde las cenizas

     

Publicar un comentario

Suscribirse a Comentarios de la entrada [Atom]

<< Página Principal