Malas compañias

   Lo admito, he pecado, he caido en el más bajo fondo de alcantarilla, he visitado la inmundicia, me he vuelto fan, más precisamente, un ADICTO a los... ¡Fotologs!

   Peor aun, ¡ya tengo mi propio Fotolog!

   Y es que soy debil, apenas una pagina me dice ¡Sign up! ¡it's free!, me inscribo y no puedo controlarme hasta ver llegar un correito diciendome ¡Clicka Aquí para activar tu cuenta!

   Todo empezó viendo el Fotolog de una querida amiga, luego encontré a la chica Poop, y luego a una de Mexicali, y luego a su amiga, y así sucesivamente me fui adentrando sin notarlo, hasta que un perverso día de verano, desperté con unas intensas ganas de Fotologear!

¡Que Blogger
y Dios Padre Google
me amparen!

   Y es que la moda me seduce siempre, uno dice que no, pero acabas comprando el disco más sonado en la radio, o sentado en la sala mientras proyectan la película más vista en el verano, o tratando de ponerte esas nuevas ropas de moda que nomás a los jovencitos les sientan bien (dejandoles su dignidad íntegra, no como a uno).

   Tan es así mi adicción a esto, que ya estoy maquinando en mi cabecita (chiquita pero eficiente) como hacerle para sacarme las más clásicas fotos EMO: enfocado desde arriba con la mirada fija, enfocado desde arriba con un ojo cerrado, enfoncado desde arriba con la lengua fuera, enfoncado desde arriba con un peluche entre manos.

¡Hay todo un mundo que descubrir!

   Aunque algo en mí, quizá la consciencia, quizá la dignidad oprimida, quizá la retumbante voz de una amiga, me dice, muy quedamente, que para ser un buen EMO me sobran al rededor de diez kilos de valiosa carne.

   Y como uno es pobre, no puedo darme el lujo de andar tirando las pocas llantas que tengo, nunca se sabe cuando volverá a subir la tortilla o el huevo, así que, ni modo, me volveré retratista de paisajes.