Tres a la vez.

¿Vieron este acá en la barrita lateral?

¿Se preguntaron por qué estaba ahí?

Pues si respondieron que no a las dos anteriores, ¡ni modo! ahora leen mi explicación. [¡y pobre de aquel que se salte estas lineas, eh!]

Bueno pues, por aquí en mi barrio dicen que la muerte se los lleva en trios, es decir, que si alguien que conoces muere, seguramente otros dos conocidos más moriran pronto o en fechas muy próximas entre sí.

Pues que hace un mes se muere mi vecino, Julian Ruán, pero no sólo era mi vecino, sino que además era mi padrino (si lo admito, hasta con cierto gusto ahora, en una época fui un ferviente católico, cosa que ya ha pasado, y pese a que uno ya no sea católico, pues al padrino nadie te lo quita, jeje.) Cuando era pequeñito él y mi padre se ponían unas olímpicas borracheras, y cuando me veían pasar cerca, mi padrino siempre sacaba unas moneditas de su bolsillo y me las daba.

Semana y media después, murió el tendero, Don Román, a ese hombre lo recuerdo bien, pues cuando iba a la primaria (y he aquí este vicio se lo debo a mi madre), por las mañanas pasabamos a su tiendita y comprabamos una refresco (generalmente chaparrita) que mi madre vertía en una cantimplora [¿así se escribe?] para que tuviera que beber durante la hora del resceso, a veces incluso comprabamos lo que comería, pero es era más inusual. Aquel señor nos atendía muy amablemente, nos saludaba y hasta nos fiaba a veces. Durante toda la secundaría, preoa y ahora lo había visto muy pocas veces. Recuerdo que hace poco tiempo entre y le compré unos cigarros, me saludo bien y todo, pero si me vio con cara de no, no, no, y ahora fumas.

Hoy por la mañana falleció uno de los cuatro gorriones que hay en casa, era una hembra, que sucumbió ante el aplastante paso de mi hermana, que precavida como nunca, no advirtió su diminuta prescencia,y la aplastó, agonizó durante unos segundo y luego sacó la lenguita triangular, o cuando menos así me fue referido el hecho.

Descancen en paz donde quiera que sea.