¿Una semana sin postear?

¡No me digan!

Rayos, como pasa el tiempo, apenas siento que fue ayer cuando andaba posteando el post pasado en aquel extraño café internet, pero no, no fue ayer, fue hace una semana. ¡Changos! Sigo sin creerlo del todo, ayer es aun ayer, ese ayer que apenas hoy recuerdo, pues apenitas si ha dejado de ser presente, aun hule húmedo, todavía no se añeja en las barricas del olvido.

¿Qué no fue ayer cuando corría por las calles elevando un pequeño muñequito GI Joe, que sin motivo razonable volaba, y viajaba entre las galaxias buscando un villano horrendo a quien castigar, a quien encarcelar para que fuese sometido a un justo juicio, aun cuando sabía que escaparía antes de ello?

¿Acaso no tienen la sensación del viento tirando las primeras hojas de otoño, el alivio de terminar el verano, la alegría del porvenir que se dibuja tan, pero tan lejano que no nos resulta más que una risible caricatura llena de grotescos finales y burdos acontecimientos?

Diganeme si no esto acaba de suceder hace menos de un instante. No me digan que se les ha olvidado, no me digan que el tiempo pasa, no por favor, callen un segundo, pues quizás así, el sielncio me susurre al oído el secreto lugar dónde se oculta ayer.