¡¿Atharax?! Sip, Atharax...
Pero ahora, ¡los psicoquímicos nos han salvado! [Bueno a mí sí me han salvado.]
Hace tiempo el medico me recetó un tranquilizante, me dijo: media tableta por la mañana, media por la noche, pero yo, necio y tozudo, me negué a reprimir mis psicopatías con químicos.
Ahora, rendido y agotado, por tanta psicotormenta, pu's no tuve más que, como Ibargüengoitia, hagacharme y decir que si a los psicoquimicos. ¡Y vieran que funcionan! Mi propia prescripción: uno antes de la cita, uno despues, por si las dudas. Lo que se me olvidó fue llevar uno en el bolso en caso de emergencia.¡Rayos!
No me quedó más que salir huyendo apenas sentí la necesidad de amancebarme como oveja. En verdad que la docilidad y la felicidad del rebaño es incomparable, y ahora la tengo al alcance de una pastilla.
Aun me quedan diez de esas milagrosas pastillitas, planeo usarlas bien, claro antes de que caduquen.
Así que si me notan tenso, alterado, paranoico o simplemente sumergido en una incomodidad sofocante, griten:

Y todo parecerá haberse resuelto...
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