Reporte dominical

Dispensen aquellos ligeramente suseptibles, pero pues no hay mejor manera de decirlo por hoy:


Jerry Lee Lewis expresa bien mi sentir.

Y es que ¡no mamén! ¡no chinguén! ¡y no rechinguen! Este domingo ha sido el peor en muchos años, ¡muchos! Comenzó justo a la media noche, justo cuando las maquina y los radiofonistas deciden que el sabado acabó, y que comienza arbitrariamente el domingo (¡oh desgracia mia!).
Había estado meditando un rato lo que había sucedido horas antes, todo bajo el velo de un desconcertante cuento de un tal Xoconostle, como fuese, había fumado mucho y me sentía abatido, con ganas solamente de gritarle a alguien todo lo que siento por ella (¡sí! sabes que es a tí, no te hagas...), todo lo que me he guardado en estos últimos dos meses.
Pero no hay que hacercela de a pedo, me decía a mí mismo, pero es que es en buen plan, me contestaba, en serio es en buen plan, hace mucho me decías que no podias contenerte más y que tenías que decirme lo que sentias por mí, ahora, que hemos cambiado ligeramente los papeles, te comprendo, y tenía que decirlo, así que corri hasta este teclado.

Ti tu tara tara ti tu. Conectando aparecía en la pantalla.

[Silencio] Ahora decía Iniciando sesión

Y no, pues no estabas, a ver si aparece de repente, me consolaba, con la magia que te es caracteristica podría suceder cualquier cosa, desde desde viajar a Cuba por accidente, hasta acabar deportados en Groelandia. Como fuese, espere un rato viendo el soberbio programa de Mexico Siglo XX (jeje, está cagado, ¿qué no?).
Esta bien, está bien, no hubo de otra, me retiré vencido pero más tranquilo, no sé bien por qué. Ya en mi cuarto me puse a escribir, un pseudocuento, que ya publique en otro de los blogs, (¡ahí chequenle! ¿Qué, querían un link? Pos nel...)
En tanto el sueño me vencía meditaba/divagaba/dormitaba que me siento sólo, es cierto, no estoy solititito, más bien es como un cierto aislamiento, (del cual no los culpo a ustedes, pero tampoco admitire que la culpa es toda mía, aunque he sido un gran conspirador para propiciar tal aislamiento), supongo que la discusión interna termino por resolverse tirando baba por todo el largo de la almohada.
Despertar fue dificil, dormir poco nunca ha sido lo mío, pero pues había que chambear, ni pedo. Desayune hecho la mocha, luego ya estaba trabaje que trabaje, y que llega mi hermana, y que...(pa'qué entrar en detalles, si lo cuento textual se va a oir bien pendejo, y usted admirable postlector dirá, sin lugar a dudas: ¡este cabrón es un pendejo!, así que mejor le explico de una manera donde salga mejor librado...)
El punto es que mi hermana me hizo un comentario peyorativo, ¡pero lo juro por la virgen de los sicarios!, que fue con tono mala leche, como queriendo humillarme de veritas. Esta bien, mi hermana y yo siempre hacemos eso con el resto de la familia, con los vecinos, y hasta con uno que otro desconocido o medio conocido, pero ¡por Dios, recuerden la ética de los ladrones! Ladrón no roba a ladrón, de lo contrario ¿qué confianza habría entre rateros? Lo mismo pasa entre nosotros, no había porque hacerme un comentario tan mal pedo. No me quedó más amable público, que emputarme.
Por si fuera poco el emputo (emputamiento o emputada, aun no sé cual sea la forma correcta de escribirlo), que me carga la chingada con una especie de gripe, para que darle nombres, baste con saber que los mocos fluían por mi nariz como ñero por toboganes de Oaxtepec. Además el pinche sol no dejaba de asediarme, de joderme ahora justamente que sabe que mi dermatitis se pone culera si le pega tantita luz natural (es como vampirica esta dermatitis, se pone mierda si le da el sol, jeje).
Niños por aquí niños por acá, tal fue el desmadre que hasta se robaron un carrito de mi sobrino y ni nos dimos cuenta (destaquese que el carrito era como de 70 x 30 x 20 cm, ¡En nuestras narices se lo llevaron!) Todo el día callado, con mala cara, los ojos llorosos y las narices también, mal viajado completamente.

Hasta que llegó una cosa como salida de tira de comic, una niñita que nomás sabía decir: nena y ya.(O sea no decía otra cosa que no fuera 'nena' y 'ya') Cagadisimo, todos eramos nena para ella.

Estuvo jugando un rato con mis toscos sobrinos, que a comparación de ella si son bastante trogloditas, en serio que las niñas son bien lindas desde chiquitas (y que no se interprete este comentario de maneras inconvenientes para este su blogger preferido! eh!), porque pues fue la única que logró sacarme una sonrisa luego de tan apestoso día. La niña se marchó y el día siguió apestando, sigo enojado con mi hermana porque ya me cagó la madre que crea que siempre tiene la razón y que, por tanto, puede criticar a cualquiera sobre cualquier cosa aunque bien ni sepa de lo que habla, ¡pero eso sí! nomás comienzas a criticarle algo y no mames se pone a lloriquear y se mal viaja, como en plan de: ¡tenganme piedad! A lo que yo digo: ¡A la Chingada! ¡Te tendría más consideración si no te pusieras de ojete conmigo también! (¡Chale! y era con le hermana que mejor me llevaba... ni modín)

No se sientan ofendidos mis postlectores, la imagen no es pa'ustedes, es nomás pa'todos lo que hoy contribuyeron activamente a este domingo infernal, y a los que están ahorita en el Messenger, pues lamento no hablarles, pero neta si ando muy emputado todavía, así que para evitar roces inecesarios, mejor nos hablamos luego que se me pase el emputo.

Sean felices y no se enfaden, dañen el higado mejor con sano alcohol.

¡Recuerden las féminas siempre son mejores!

(chale! ya me enoje porque no soy fémina, ni modín.)